Creo que es por acá

martes, 27 de enero de 2015

Y después de mi ausencia llega mi tan esperada presencia, porque supongo que de eso se trata, no? Eso es justamente lo que estoy intentando averiguar. Resulta que a mis 25 y sin un destino claro, decidí empezar a buscarle un significado a la vida… un momento, no seamos tan trascendentales, estoy buscándole un significado a MI vida, por lo que probablemente este post pierda valor para el lector, pero se convierte en el argumento de mi tesis. Para muchos esta búsqueda personal me está llegando un poco tarde. Me encantaría decir que yo no lo creo así, pero sería una vil mentira. Siempre me imaginé a esta altura de mi vida con un titulo en la mano, casada o en los preparativos de eso, con algo sólido, algo mío, algo de lo que me enorgullezca porque lo conseguí con mis propias manos; pero no es así. No tengo nada de eso, debería sentirme avergonzada?. Qué pena, porque no lo estoy. Dicen que las cosas llegan cuando tienen que llegar y sinceramente me aferro a ese argumento con todas mis fuerzas, probablemente para no sentirme tan culpable de mi presente, pero sin desconocer mi responsabilidad en él. Decidí que éste va a ser mi primer paso, reconocer lo que quería y de alguna manera quiero y no pude lograr, todavía no puedo. Que se sepa que estoy profundamente decepcionada de mí al no haberme recibido a esta altura de mi vida, cuando todos mis amigos lo están haciendo. No me da vergüenza no tener un titulo en la mano, me da vergüenza el motivo, el cuál probablemente argumente todo mi presente: miedo. Si, ese miedo que todos tenemos y que no todos somos capaces de enfrentar, miedo al fracaso. Porque una cosa es intentarlo y no lograrlo y otra cosa muy distinta es no intentarlo por miedo a no lograrlo; bueno, de eso se trata: miedo a estudiar y fallar, reprobar (porque en el fondo siempre me consideré más inteligente de lo que soy); miedo a querer y que no me quieran, a intentar una relación en serio y fracasar, que me tomen por tonta en ella, por eso siempre preferí salir de ellas antes a que me rompieran el corazón, aun cuando el resultado fuera el mismo, todavía me quedaba mi orgullo. Creo que eso es lo único que logré conservar todos estos años, bien por mi? Hoy a mis 25 y a diez años de mi primer post como Superficialmente profunda entiendo que soy muy diferente de esa adolescente, pero con más carencias que ella. Mi esencia es la misma, pero mis experiencias tuvieron su efecto y acá estoy intentando lidiar con mis inconstancias. Supongo que por eso volví a mi blog, es una prueba cabal de la misma. Volví porque quiero cambiar eso, quiero cambiar esto, quiero cambiarME. Hoy sin trabajo, con poco dinero y sin un futuro claro, quiero al menos tener la sensatez de dar todo de mí para cambiar mi presente y convertirlo en lo mejor que este pueda ser. Así que admito todo y mucho más, todo aquello que probablemente niegue en voz alta, pero que me resulta imposible hacerlo por escrito, porque me sentiría una ingrata con la escritura que tanto me ha dado. Si alguien llego a leer hasta el final, le pido disculpas por aburrir, pero esto es algo que hago por y para mí. Es algo muy agucentrico 